Me considero una mujer que siempre ha estado en apoyo a esta lucha colectiva, a este sentimiento que compartimos todas, sin dudarlo o cuestionarlo, pero siempre consciente para saber diferenciar las cosas correctas, a nunca perder de vista el mensaje y el propósito de todo, por lo que un día antes avisé a mi novio que para ese día, por ningún motivo y por ningún medio tendríamos interacción, ni siquiera un buenos días… lo siento mucho pero es parte de, y lo que recibí fue entendimiento y solidaridad, así que ¡GRACIAS!
Ahora bien, ¿Cómo viví mi #9M?…
Tranquila y en paz con todas las mujeres con las que tengo la fortuna de vivir y convivir día a día…y un +1… mi considerado, caballeroso y divertido roomie (porque también el tener hombres extraordinarios en tu vida merece ser mencionado).
Regresando al tema que nos ocupa, quiero decir que tengo la gran fortuna de contar con mujeres fuertes e independientes que me inspiran, que me escuchan y me apoyan diariamente. Y en ese día más que nunca pensé ¿Qué sería de mi vida sin ellas?…¿Qué sería de mi sin todas las mujeres de mi familia? Sin mis mujeres, esas que me dan paz, que me centran, que me sostienen…porque les doy un poco de contexto al respecto, ¡mi familia es un matriarcado de los grandes!
Agradezco al universo por tenerlas y poder aprender de ellas, a ser fuerte, a nunca comprometer mis ideales, a luchar, a ser justa, solidaria, humilde, empática y sobre todo a amar más allá de lo creíble.
Hice el ejercicio de imaginarme sin alguna de ellas…y pensar en los peores escenarios y situaciones posibles y simplemente sentí mi alma romperse, supe como sería sentirme incompleta y con una tristeza de esas que consume… y después fui más lejos y caí en cuenta que así se sienten millones de mujeres en este país, madres, hermanas y amigas a quienes les arrancan sin aviso una parte de su corazón, ¡de su alma!… entonces, después de los desoladores escenarios por los que cruzó mi cabeza, llegue a la parte de “futurear” un poco. Tengo una sobrina de 2 meses, hija de mi hermana pequeña, empecemos por decir que mi hermana es mi compañera de vida, la otra parte de mi alma, por ella lo que sea, así que está de más decir que por mi sobrina ¡la vida misma! Y quiero que ella esté segura, que nunca tenga miedo de perder nada, ni siquiera su integridad como mujer a manos de un hombre que no la respete, que no la cuide y procure, que nunca tenga miedo de vivir, de ser ella y tener su propia voz, y esto es lo que quiero para todas.
Mi conclusión de este día es que haré siempre lo que este en mis manos para ayudar a quien me necesite ahí, a apoyar incondicionalmente a esas mujeres que sé harían lo mismo por mi, a ser mejor ser humano, mejor mujer, mejor hermana, mejor amiga, a seguir luchando para tener un cambio por las que están y a ser la voz de justicia de las que nunca regresaron…así hoy, el miedo, la angustia, la tristeza, la fuerza y la voz de todas es la mía también.
Ixchel Spiegel